Desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada, el grupo Socma, que pertenece a su familia, parece batirse en retirada de varios negocios emblemáticos. Ayer se conoció la venta de su participación en Galileo, la líder mundial en tecnología para la utilización del gas como combustible. El comprador es el grupo inglés Blue Water Energy por un monto que nadie quiere revelar.
Con esta venta, Galileo establece su holding en Londres bajo la denominación Galileo Global Technologies. A su vez, proyecta la ampliación de su capacidad industrial en Argentina: inaugurará una nueva planta en la bonaerense San Martín. También prevé ampliar su planta de Los Ángeles, California, con equipos especiales para reducir el venteo de shale gas en la región de Bakken, en Dakota del Norte.
Galileo nació en 1987, cuando Argentina se perfilaba como uno de los principales productores globales de gas. En 1992 el ya fallecido Fausto Maranga, le presentó el proyecto a Carlos Menem y a Domingo Cavallo con la idea de que los autos pudiesen utilizar el gas como combustible. Desde ese momento, la firma no solo transformó buena parte del parque automotor argentino, sino que se convirtió en el ejemplo paradigmático de la utilización del GNC. Fue luego de un comienzo tímido con una flota de autos de Gas del Estado para luego saltar con sus equipos a casi todas las unidades de taxis. En la Argentina existen hoy cerca de 1,8 millones de autos a gas.
La firma tiene presencia en 70 países, participa actualmente en la licitación para reconvertir los buses de Telaviv, exporta equipos a Ucrania y a Georgia, en la ex Unión Soviética y a Dakota en Estados Unidos. Y diseñó la mayor estación para suministrar a los ómnibus en Madrid, que es la mayor del mundo. Factura US$ 70 millones.
Pero últimamente Galileo se dedicó a los equipos de licuefacción del gas, es decir volverlo líquido, no solo para transportarlo largas distancias sino para que funcionen motores con turbina como el caso del ferry Francisco, que es el primero en utilizarlo en el mundo.
