La inflación británica cayó en abril por primera vez desde septiembre del año pasado, acusando una bajada en las tarifas aéreas, tras desaparecer el impulso en marzo por las vacaciones de Semana Santa y unos precios más bajos en la ropa.
Los precios al consumidor subieron un 0,3 por ciento en comparación con el año anterior, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS por sus siglas en inglés), en línea con lo estimado la semana pasada por el Banco de Inglaterra (BoE), pero por debajo de las expectativas de los economistas de que la inflación se mantuviese en 0,5 por ciento.
La inflación británica ha estado por debajo del objetivo del BoE del 2 por ciento durante más de dos años y el año pasado fue cero, el nivel más bajo desde que comenzó a registrarse en 1950.
El BoE prevé que la inflación se mantenga por debajo del 1 por ciento hasta finales de año y por debajo de su objetivo hasta 2018, debido a la caída global de los precios del petróleo, el efecto de anteriores subidas del valor de la libra y el lento crecimiento de los salarios.
Otras cifras de la ONS publicadas el martes confirmaron los sondeos industriales que mostraron un gran incremento de los precios de la vivienda en las semanas previas a la entrada en vigencia en abril de un impuesto extra a la compra de propiedades.
La ONS dijo que los precios de la vivienda en Reino Unido eran un 9,0 por ciento más altos que el año anterior, el mayor incremento en un año. En Londres, donde el nuevo impuesto tendrá el mayor efecto, los precios se incrementaron un 13,0 por ciento.
Al igual que la caída en las tarifas aéreas, los precios más bajos en ropa de mujeres y la reducción ordenada por el Gobierno de los alquileres de vivienda social arrastraron la inflación el mes pasado.
Las expectativas en Reino Unido sobre la inflación el año que viene aumentaron en abril a máximos desde julio del año pasado, según un sondeo de YouGov publicado a finales de abril.
Fuente AFP
