¿Cómo surgió la idea de invertir en la franquicia de Juegos mentales?
Nadia: Empezó en una charla de amigos, Sebastián y Mariano son amigos del jardín, en un bar y los tres teníamos ganas de correr algún riesgo y nos encontramos con esto.
¿Cuánto tiempo estuvieron buscando? ¿Conocían lo que era una franquicia?
Nadia: No, la verdad no conocíamos. Particularmente no conocía demasiado sobre el tema, me gustó la propuesta porque me pareció algo original y además en zona Sur no hay y nosotros somos de Lomas de Zamora, la mayoría de las franquicias están en capital. Me pareció que estaba bueno llevarlo allá. En seguida me gustó la idea y no buscamos demasiado por otro lado.
Mariano: Nosotros franquicias no habíamos buscado pero sí siempre teníamos ganas de hacer algún proyecto, de hecho habíamos empezado otro tipo de proyecto con Sebastián que era con el diseño y producción de muebles.
Sebastián: Así de loco fue. Nos habíamos juntado, y él (Mariano) viene y me dice, “che, fui a jugar a juego mentales y le mandé un mail a la franquicia para tener una reunión”. Como estábamos con la idea de emprender y ver qué hacer le dije que vayamos. Ahí pasamos por la experiencia de tener reunión con franquicias e incorporar estos temas.
Fuimos, tuvimos una charla con Danil, que nos vendió el producto y así fue. Sin embargo, nos llevó mucho tiempo.
Lo primero, ¿vos querías tener una fábrica de muebles?
Mariano: La realidad que cada uno tiene su trabajo y lo sigue teniendo, pero siempre quisimos independizarnos o tenemos la idea de eso. Partimos de esa base, de muebles, que de hecho hoy en día lo seguimos haciendo pero nos lleva mucho tiempo. Desde el lado de las franquicias nos decían que te daban libertades y ahí nos pusimos a averiguar de qué se trata. Estuvimos aproximadamente un año desde que se hizo la primera reunión hasta hoy en día que estamos funcionando y llevamos tres meses, pero sí, nos llevó mucho tiempo. Incluso a preguntarnos ¿estamos bien? ¿Hacemos bien? Hasta el día que firmamos el contrato, que Sebastián me llama me dice: “¿estás seguro de lo que vamos a hacer?”
Sebastián: Yo estaba en el trabajo, en una constructora por Burzaco, y estaba yendo a ver una obra y tenía tiempo en la ruta, digamos. En el camino mi cabeza no paraba. Firmamos el contrato el contrato de alquiler después de las 18 porque nuestros trabajos son hasta esa hora. Me acuerdo que todo el día no paré de pensar. A la mañana le mandé “¿estás seguro? ¿Es ahora?”.
¿Ustedes estaban invirtiendo los ahorros de casi toda su vida?
Nadia: Yo creo que nosotros, los tres, estábamos arriesgando todo por eso fue difícil el tomar la decisión. Si bien el producto nos gustó desde el inicio y además nos gustó la franquicia en particular porqué te da cierta flexibilidad, que no sé si otras te lo permiten. Cerraba por todos lados pero había mucho que evaluar porque todos arriesgábamos mucho.
¿Qué evaluaban? ¿Qué medidas tomaron?
Mariano: Hicimos de todo. Eran horas juntarnos, sacar números, cuentas, anotábamos en una libreta, en otra, hacíamos Excel, de todo. Después decíamos: miremos los precios, a ver cómo nos conviene. También evaluamos las dos modalidades que tenés: una es llave en mano y la otra que nosotros nos encargamos de una parte y ellos de otra. Evaluando los tiempos para ponerlo o no decidimos arriesgarnos a esa parte; por ahí nos llevó menos tiempo y menos inversión pero más dolores de cabeza porque no estábamos en esos temas y teníamos que aprender de todos: construcción, precios de durlock, de todo.
Ustedes ya conocían el éxito de la franquicia, pero aun así les generaba dudas.
Mariano: La verdad que sí. De hecho hasta el día que no empezó a funcionar y tuvimos el primer ingreso, no lo podíamos creer. Seguíamos invirtiendo de nuestro capital, ya teniendo gastos de la inversión, y cuando tuvimos el primer mes, que cubrimos todos los gastos, dijimos “estamos felices”, pero hasta ese momento teníamos dudas. Incluso si iba a funcionar. Esto se reserva en una página por internet, cuando lo lanzamos no había nada. Era entrar todo el día y pensar que nadie nos miró.
Sebastián: “No ya está, listo. Cerramos contrato de alquiler y listo”, así dijimos. Los días primeros días fueron así. Después empezó a andar y ahora anda tranquilamente. Pero los primeros días fue duro, casi como que lo sigue siendo, queremos más.
¿Cómo llegó la primera reserva?
Sebastián: La primera reserva llega por el sistema. Yo recalco esto: es relativamente simple hacer funcionar y mantener el local, la franquicia, entonces nos llega por internet. Nos tocó abrir en vacaciones de invierno y después fue una locura. La primera semana fue ventas totales y llegar un día de semana a las 12 y no se vendió, pensábamos en acostarnos temprano y no, se vendió y nos quedamos porque atendemos nosotros el local.
¿Cuántos juegos tienen?
Sebastián: En este momento tenemos dos juegos: el psiquiatra, que sería un hospital psiquiátrico; y después 1408, que es una habitación embrujada.
Mariano: A la gente le gusta, tiene muchos efectos.
¿Ustedes pueden elegir qué juegos tener?
Nadia: La franquicia te presenta un catálogo con muchas opciones, realmente, y uno de ese catálogo elige. Nosotros en nuestro local vamos a poner tres o cuatro salas, ahora tenemos dos.
¿Con qué criterio ustedes tomaron la decisión de estos dos juegos?
Mariano: Fue por gusto y a su vez por consejos de ellos. Por experiencia que tenían, de cómo funcionaban, lo que más atraía a la gente. Tener algo de suspenso, lo que sería este caso el psiquiatra, llama mucho la atención, entonces era buscar lo que a la gente le llamará más la atención. En ese sentido nos ayudaron bastante y nos aconsejaron. También leímos las historias y decidiendo por gustos.
Sebastián: También en base a las dificultades. Como es el primer local en la zona, decidimos tres niveles de dificultades, entonces la gente puede ir. La idea es que recorran la sala y los juegos, entonces de esa manera pones uno de aventura, uno de misterio y otro de terror.
¿Cómo es ir todos los días al local? ¿Estás contenta?
Nadia: Muy, porqué nosotros nos cargamos prácticamente al hombro con todo lo que fue el armado del local, que nos llevó un par de meses y pusimos todas nuestras energías en eso y es nuestro espacio. Coincidimos los tres en ese sentido, estamos muy cómodos. Es un segundo hogar y me siento muy cómoda, no me arrepiento de haber dejado mi trabajo si bien me gustaba mucho lo que hacía. Es una nueva etapa, supongo que es un stand by para lo que hacía, que me gustaba, pero sí, estoy muy contenta.
¿Cómo hacen con las promociones y difundir?
Nadia: Puntualmente en Lomas hemos hecho promociones por ejemplo en el mes de septiembre por el mes del estudiante, tenemos flexibilidad en ese sentido también y podemos lanzar la promo que se nos ocurra, eso es cada sucursal. Hay que destacarlo, está bueno. Las redes las maneja siempre una persona determinada que maneja todas las sucursales. Nosotros más que decir qué promos queremos hacer o tal descuento o tal día hacer algo particular lo podemos hacer, pero las redes las manejan ellos. Mucho Instagram, Facebook también.
Mariano: Nosotros lo que hacemos es publicitad zonal, que repartimos folletos para que se conozca en la zona. Porque en la zona, más allá que el local está bueno, que es visible y la zona es accesible, todavía no se conoce mucho. De hecho la gente que viene a jugar, alguno ya lo conocen pero hay muchos que no y después vuelven. Las redes sociales son oficiales de “juegos mentales” y tiene mucha difusión pero a su vez nosotros hacemos algo zonal.
Sebastián: No es que no se conoce el local, sino que no se conoce la actividad. Entonces mucha gente viene y hay que hacer mucho hincapié. Nosotros estamos remando que en la zona no se conoce y es otro desafío. Es como que pusimos una franquicia que es un aparato, una maquina enorme, porque así lo sentimos, pero todavía no se conoce en la zona. Por eso tenemos que andar publicitando la actividad
¿Cómo se llevan como socios?
Nadia: La verdad es que todo ese año que estuvimos evaluando el proyecto, vivimos los tres juntos prácticamente. Nos llevamos bien, nos respetamos, nos consultamos las decisiones.
Mariano: A parte nos complementamos, cada uno se encarga de algo particular y después nos comunicamos constantemente para diagramar cómo seguimos. En ese sentido nos llevamos bastante bien.
Y ustedes dos que están trabajando, ¿sueñan con dejarlos y dedicarse solamente a la franquicia?
Sebastián: Yo lo veo un poco lejano, porque disfruto mi trabajo y mi profesión. Entonces es como la meta donde yo desarrollo lo que estudié. Por ahora lo veo un poco lejano, pero sí me motiva mucho estar buscando algo para hacer, otra cosa y creo que somos dos enfermos en eso, estamos todo el tiempo buscando algo para hacer, viendo opciones.
