Ante la incertidumbre y los ajustes en el régimen previsional, contar con una estrategia financiera sólida se vuelve fundamental para asegurar un retiro seguro. Entre las reformas más destacadas que trae la Ley de Bases, se encuentra la modificación del régimen previsional, que afecta únicamente a las mujeres que no alcanzan los 30 años de aportes requeridos.
Con el 90% de los jubilados dependiendo exclusivamente de sus ingresos previsionales, es casi imperativo explorar opciones que permitan asegurar un retiro digno.
En este sentido, resulta fundamental planificar una cartera de inversiones a largo plazo, junto con otras orientadas a objetivos de corto plazo. En un contexto de insuficiencia de fondos en el sistema jubilatorio, es crucial actuar con previsión y conciencia, aprovechando el factor tiempo, especialmente para aquellos más jóvenes.
La Cámara de Diputados dio media sanción a la Ley de Bases que incluye, entre varios puntos, algunos cambios en cuanto al régimen jubilatorio en nuestro país. Esto significa que los legisladores dieron luz verde al Título IX que aborda la derogación de la moratoria previsional y establece la Prestación de Retiro Proporcional. Esta disposición beneficia a quienes, habiendo alcanzado los 65 años, no acumularon los 30 años de aportes requeridos para acceder a la jubilación.
Es decir que aquellos individuos que no completen sus aportes recibirán, a partir de los 65 años, un ingreso mínimo equiparado a la Prestación Universal para el Adulto Mayor (PUAM), representando el 80% del monto de jubilación mínima. En términos prácticos, esto se traduce en un total de $260.141,60, considerando el refuerzo, que los beneficiarios de la PUAM recibirán en el mes de mayo, ascendiendo a $222.113.
Para arrojar luz sobre estas actualizaciones, el abogado previsional Martín Pérez Achilli brindó información crucial sobre el impacto de la nueva legislación, que aún espera su aprobación en el Senado.
Según explicó Pérez Achilli en el programa “¿Qué hacemos con los pesos?” versión streaming, si bien las modificaciones no alteran sustancialmente la situación para los hombres, para las mujeres que dependen de la moratoria previsional, la edad jubilatoria se extiende hasta los 65 años.
Esto genera un cambio en el panorama de jubilaciones para aquellos que no logran cumplir con los requisitos de aportes mínimos. Además, se destacó la propuesta de permitir la inversión privada en el sistema previsional, una medida que deja ver un cambio fundamental en la estructura del sistema jubilatorio argentino.
En este contexto, surge una reflexión clave sobre la importancia de planificar adecuadamente para el futuro jubilatorio. Durante el debate, el conductor del programa, Mariano Otálora, enfatizó la necesidad de considerar alternativas de inversión para complementar las jubilaciones.
La discusión se amplía para abordar la falta de instrumentos de capitalización y la necesidad de ahorrar y mantener activos financieros para garantizar un futuro económico estable. En este sentido, se plantea la idea de armar una cartera de inversión con fines jubilatorios, que incluya bonos, acciones, propiedades e incluso criptomonedas.
El periodista Pablo Wende subraya la importancia de diversificar la cartera con bonos, aunque reconoce la volatilidad del mercado argentino en este aspecto. Sin embargo, Otálora destaca la viabilidad de invertir en acciones a través de CEDEARS como una opción atractiva para aquellos con un horizonte de inversión a largo plazo.
La reflexión final recae en la necesidad de comenzar a planificar el retiro desde una edad temprana. Con el tiempo como aliado, es fundamental adoptar hábitos de ahorro y construir una cartera de inversiones diversificada que permita enfrentar con éxito los desafíos financieros del futuro. La jubilación no debe ser vista como un evento distante, sino como una etapa de la vida que requiere preparación y atención desde el presente.
