jueves, abril 18, 2024

Empiezan a liberar el precio del crudo para frenar la suba de naftas

El barril de petróleo, sostenido por el Gobierno, tiene un valor local más alto que el internacional, pero hay operaciones entre privados a precios más bajos; es la base de la estrategia oficial

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Con menos estridencia que los aumentos en la luz y el gas, el Gobierno comenzó a dar los primeros pasos para llevar el precio local del petróleo a los parámetros internacionales, algo que con los valores actuales del crudo en el mundo (más bajos que los precios internos) permitiría contener eventuales aumentos en las naftas y en el gasoil, al menos en el mediano plazo.

El secretario de Combustibles, José Luis Sureda, es el encargado de monitorear la convivencia entre productores de petróleo y sus clientes, las refinerías (entre las principales están YPF, Shell, Axion, Oil y Petrobras, que se vendió recientemente a Pampa Energía) sin intervenir en el mercado.

A fines del año pasado, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, dispuso continuar con un precio denominado «sostén» para la producción petrolera de Neuquén y Chubut, un modelo que, con matices, tomó de la administración Kirchner. Así, el barril de crudo denominado Medanito, en el caso de la primera, cuesta US$ 67,5, mientras que el Escalante, de la segunda, se paga US$ 57.

Ayer, el WTI, propio de Estados Unidos, que siempre costó más que la oferta local, subió 2,2%. Pese a eso, cerró a US$ 49,69, es decir, US$ 17 por debajo del Medanito, el crudo local más caro.

Principio de apertura

El Gobierno recomendó un marco tácito para las discusiones entre privados: que todo volumen de producción adicional con respecto al año pasado se negocio de manera libre, de modo que el productor ofrezca un precio que compita con el producto importado. Hoy ese número es el valor del barril Brent más un adicional de US$ 5 por barril.

Pese al consejo oficial, las empresas tienen una convivencia inestable. Hace aproximadamente un mes y medio, YPF, dueña del 55% del mercado de combustibles, dejó de comprarles a un puñado de compañías porque le alcanzaba con su propia producción para abastecer a sus refinerías.

Las empresas intentaron colocar en el mercado ese crudo excedente. Hoy manejan un precio en torno a los US$ 60, a mitad de camino entre el que apadrina el Gobierno y la cotización internacional.

Antes, en abril, la compañía CGC, de Eduardo Eurnekian, le había enviado una nota a Aranguren en la que expresaba que le sobraba crudo y analizaba exportarlo porque las refinadoras locales no le compraban toda su producción, algo que finalmente ocurrió. El objetivo oficial, de todas maneras, es que esa clase de operaciones no se repitan porque, al mismo tiempo, la Argentina importa petróleo.

En lo que va del año llegaron al menos dos cargamentos a las costas locales con crudo proveniente de Nigeria. Es un producto liviano, como se denomina en el sector, el que mejor rinde en las refinerías argentinas.

A diferencia de otras épocas en que los precios del mercado interno estaban muy por debajo de sus referencias internacionales (en 2008 el barril WTI llegó a los US$ 140, pero las petroleras locales no sacaron provecho de esos valores porque el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, le puso un límite de US$ 42), resultó un buen negocio para las refinadoras.

El Gobierno tenía motivos para convalidar esas operaciones. La devaluación de diciembre del año pasado les puso presión a los combustibles, que aumentaron cerca de 30% en lo que va del año, por un motivo sencillo: las destilerías venden su producto en pesos, pero pagan la materia prima en relación con el tipo de cambio. Tras la depreciación de la moneda local, necesitan más pesos para comprar el mismo petróleo que antes.

Hoy, las grandes petroleras les venden a las refinadoras bajo los parámetros del acuerdo de fines del año pasado, pero otras de menor tamaño están obligadas a acordar los precios sobre la base de una negociación. Fuentes privadas reconocieron que ésa será la regla que dominará todas las transacciones el año próximo.

La intención oficial es que más tarde o más temprano ambos precios converjan (más allá de las penalizaciones que tiene la producción local). Dado que el 80% de los costos de la producción de combustibles se lo lleva la materia prima, es decir, el crudo, con los valores actuales en el mundo el precio de las naftas y el gasoil se orientará a la baja en dólares (el valor en pesos también está afectado por el tipo de cambio).

En cambio, si el precio en el mundo aumenta, también lo hará en el país.

Rumbo a la convergencia

US$ 49,7

Precio internacional

Es el valor al que cerró ayer la cotización del crudo WTI, propio de los Estados Unidos y habitualmente de referencia para la Argentina

US$ 67,5

Crudo local

Es el precio sostén que acordaron las empresas con el apadrinamiento del Gobierno para la producción de Neuquén. Está casi US$ 18 por barril más caro que su referencia internacional

Fuente La Nacion

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