Las restricciones de la semana pasada hicieron que se recaliente aún más el dólar bolsa. El Banco Central (BCRA) a través de la Comisión Nacional de Valores (CNV) busca restringir el volumen de las operaciones y evitar la suba del dólar contado con liquidación (LIQUI). Las medidas apuntan a limitar la operatoria de las empresas en el mercado de valores.
Esto se debe a que las empresas son las que realmente mueven el mercado en cuanto a capacidad de volumen operado. Por ahora las personas físicas no tienen restricciones para operar en el mercado del dólar liqui ni tampoco para comprar dólar bolsa o MEP. Como contracara, estas restricciones en el canal formal de compra de divisas estadounidenses, nutre la demanda en el mercado informal. Por esto el dólar blue sube paulatina pero sostenidamente día a día, a pesar de las intervenciones que aplica el Gobierno en el mercado.
Para Mariano Otálora , conductor de ¿Qué hacemos con los pesos? (A24) , “el dilema es elegir que suba el dólar blue o que suba el contado con liquidación”. Y agrega “si sube el blue hay un impacto en los precios, pero si sube el liqui impacta directamente en las reservas”.
Si bien las medidas ayudan a contener la cotización del dólar contado con liqui, según Mariano Otálora, “el problema es que no atacan el problema de fondo: la dolarización de las carteras y el apetito por los dólares”. Esta situación se debe al adelantamiento del año electoral y la falta de rumbo económico por parte del Gobierno, que generan desconfianza e incertidumbre a las empresas y a los inversores.
El desafío del Gobierno es mantener la Pax cambiaria. Sus herramientas son las medidas restrictivas para mantener las reservas en el Banco Central, pero con el costo de generar mayor demanda. Para Otálora “a mayores restricciones más demanda y suba del dólar” y agrega que “hay que mirar de cerca con las medidas con respecto a las importaciones, que es una canilla por dónde se van los dólares, y cada medida determinará el rumbo del crecimiento de la economía”. El cierre de las importaciones está relacionado con el estancamiento del crecimiento de la economía.
Por otra parte, otro aspecto que alimenta a la incertidumbre es la demora en cerrar un acuerdo con el fondo. La semana pasada el Gobierno dio señales de acercamiento en las negociaciones pero todos estiman que no habrá acuerdo antes de las elecciones. El apuro de mostrar signos de avances entre la Argentina y el fondo tiene que ver más por necesidad que por convicción política. Necesidad tanto de la Argentina como del Fondo, quien también quiere cerrar un acuerdo. La clave será, en qué condiciones y cómo afectará a las políticas fiscales nacionales. Otálora señala “aunque no vaya a ver acuerdo antes de las elecciones el oficialismo quiere dar señales de avances en la negociación para dar cierta tranquilidad al mercado en este aspecto”
