Los líderes empresariales argentinos miembros de LIDE mostraron un marcado optimismo respecto de la situación económica después de varios años con proyecciones negativas del ciclo de los negocios.
El Índice de Clima Empresarial Argentino (ICE) testeado por IBOPE fue, al cierre del primer trimestre del año, con 6,23 puntos sobre un óptimo de 10, un 80% más alto que la medición de diciembre 2015, y se convirtió en el más alto de los últimos tres años, momento en el que se comenzó con esta medición.
«En esta decimotercera edición, el índice mostró un pico muy alto de confianza y optimismo por parte de los empresarios. La encuesta se realizó durante los primeros meses de la gestión de Mauricio Macri, por lo que las respuestas podrían estar relacionadas con una serie de cambios en política económica y social aplicados por el nuevo gobierno», dijo Rodolfo de Felipe, presidente de LIDE Argentina.
El procesamiento de las expectativas de los CEO de empresas arrojó que «7 de cada 10 empresarios consultados por LIDE creen que la situación actual de los negocios está mejor o igual. Es la mejor performance desde que se inició esta medición, en junio de 2013. Sólo el 28% cree que la situación es peor (también el porcentaje más bajo de los últimos años)». El saldo de respuesta fue positivo en unos 12 puntos porcentuales, en contraste con un año antes que fue negativo en 35 puntos.
Aumento neto de la nómina de personal
Y en un momento en que los sindicatos han logrado instalar su preocupación por la destrucción de 127.000 empleos, el sondeo de LIDE determinó que sólo el 12% de los CEO consultados reconoció una situación laboral tensa, porque planeaba reducir la dotación de personal estable.
Por el contrario, 3 de cada 10 CEO dijeron que tenían planificado incrementar la nómina. De ahí surgió un saldo de respuesta expansiva en 18% de los casos. Un año antes ese ejercicio había sido neutro, con 16% con incorporaciones y 16% con reducción del empleo.
De todas formas, los empresarios reconocieron que cierto mal humor social por el impacto sobre los precios de las medidas que tomó el Gobierno para «normalizar» la economía, como la salida de los cepos cambiarios y tarifarios, antes de que la mayor parte de los gremios acordaran aumentos de salarios en paritarias, derivó en que«entre los factores que impiden el crecimiento de las empresas, por primera vez, el nivel de la demanda pasó a ser la variable más importante (38% de los encuestados). Le siguieron las cargas tributarias y el escenario político, con 24%» en cada caso.
Fuente Infobae
