En lo que va de 2016, invertir en pesos fue más provechoso que hacerlo en dólares. La confianza que eso le inyectó al peso, sumado a las políticas económicas que se sostienen desde el Banco Central, hizo crecer exponencialmente la cantidad de inversores que apuestan a dicha moneda.
Entre los factores que provocan esta ‘locura’, Pablo Wende señala a la credibilidad que hay en las proyecciones del descenso inflacionario, efectuadas por el Gobierno, y la estabilidad que experimenta el dólar: “no hubo una gran recuperación del dólar y no se esperan grandes sobresaltos para fin de año ni para el año que viene”, subrayó el economista.
Las LEBAC, con una atractiva tasa de interés a corto y mediano plazo, siguen ocupando un lugar de privilegio en la consideración de los inversores. Pero tal vez el dato más curioso sea lo que está pasando en este momento con los BONTE 2021 -bonos a tasa fija del 17 por ciento y en pesos-: “Por éstos hubo 50.000 millones de pesos de quienes fueron a suscribirlo. Se compraron a una tasa un poco mayor al 18 por ciento, pero como hoy estos títulos en el mercado están subiendo, el rendimiento cayó a niveles cercanos al 17 por ciento” explicó Wende para denotar su éxito.
“¿Quién iba a pensar que Argentina, con una inflación que ronda el 40 por ciento, iba a colocar deuda a una tasa inferior o similar a la inflación proyectada para el año que viene?”, se preguntó Mariano Otálora, destacando el fenómeno como algo inédito.
Conocé las distintas inversiones en pesos, sus rendimientos y qué implica -política y económicamente- la ‘locura por los pesos’ en este informe del programa.
