Inversiones
Estrategias de inversión entre lo local y lo global

Inteligencia artificial y energía: los sectores que revolucionan carteras y pueden salvar tu inversión

Energía e inteligencia artificial surgen como claves para proteger carteras en un contexto de volatilidad local y mercados bajistas.
22-09-2025
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Alan Ferraro y el asesor financiero Andrés Repetto presentaron una lectura estratégica para inversores ante la actual coyuntura argentina y global. El informe expone por qué, en el escenario actual, conviene priorizar sectores que trascienden cambios de gobierno y volatilidades locales: fundamentalmente energía y el ecosistema vinculado a la inteligencia artificial. El análisis combina una visión macroeconómica, propuestas de carteras con CEDEARs, recomendaciones sobre ETFs sectoriales, y reglas prácticas de timing y gestión del riesgo para inversores tanto locales como dolarizados.

Resumen ejecutivo

La conclusión central del reporte es clara: en el contexto actual, con una tendencia bajista sostenida en los mercados argentinos y un alza significativa del Riesgo País, la estrategia recomendada pasa por dos líneas complementarias. En primer lugar, una cartera doméstica con foco en el sector energético y empresas relacionadas con la explotación de recursos que generarán dólares en los próximos años (Vaca Muerta como ejemplo principal). En segundo lugar, una cartera internacional dolarizada orientada a los pilares y satélites de la inteligencia artificial: fabricantes de chips, empresas de software que desarrollan modelos y servicios de IA, y compañías de ciberseguridad y ETFs que permiten diversificación.

El documento también aconseja precaución: evitar posicionarse en activos locales de renta variable a menos que sea para operaciones de corto plazo o especulativas y comprender que el ahorro en dólar tradicional puede ser insuficiente frente a activos alternativos (por ejemplo, Bitcoin o CEDEARs bien seleccionados).

Contexto macro y lectura del mercado argentino

La señal de alarma para inversores locales viene marcada por la tendencia descendente que el mercado argentino mantiene desde inicios de año. Según el análisis presentado, aunque se registraron rebotes temporarios, la dirección predominante fue bajista y el reciente aumento del riesgo país agravó la situación. En ese marco, la recomendación fue explícita: evitar comprar activos argentinos si la intención es mantenerlos a mediano plazo; solo contemplar compras si el objetivo es aprovechar rebotes especulativos de corto plazo.

La explicación se apoya en dos factores principales: la volatilidad política y la fragilidad de la capacidad del Estado para manejar deuda externa y reservas. Es decir, el mercado hoy incorpora una prima por riesgo elevada y una posibilidad, aunque no considerada segura por los analistas, de complicaciones en el pago de obligaciones. Esa prima eleva la incertidumbre sobre activos locales, en especial bonos y acciones con alta exposición a decisiones de política económica.

Por qué no refugiarse únicamente en el dólar

El reporte fue notable por cuestionar la máxima de refugiarse exclusivamente en dólar billete. Andrés Repetto alertó que, aunque la dolarización protege frente a eventos de devaluación, existen alternativas que brindan cobertura cambiaria y potencial de apreciación: CEDEARs de empresas internacionales y ciertos activos dolarizados localmente. Además, el equipo subrayó la apuesta de largo plazo por Bitcoin como reserva de valor y activo alternativo, aunque aclaró que no es adecuado para todos los perfiles por su gran volatilidad.

Cartera argentina recomendada: foco casi exclusivo en energía

En el capítulo dedicado a la construcción de una cartera argentina, la propuesta central fue concentrar la mayor parte del capital en empresas vinculadas a la energía y a la generación de divisas. El razonamiento es directo: el desarrollo de recursos como Vaca Muerta contribuirá a traer dólares genuinos al país, ingresos que perduran más allá de cambios de gabinete. Empresas sugeridas incluyen YPF, Vista, Pampa Energía, y transportadoras de gas (se mencionaron Transportadora de Gas del Sur y Transportadora de Gas del Norte), además de firmas agropecuarias como Cresud, que muestran resiliencia ante distintos gobiernos.

¿Qué lógica sostiene esta selección?

  • Generación de dólares futuros: la explotación de hidrocarburos y gas permitirá exportaciones y entradas de divisas que no dependen exclusivamente del campo.
  • Política de Estado relativa: Vaca Muerta ha sido objeto de políticas sostenidas por distintos gobiernos; su desarrollo tiene continuidad, aunque con ritmos distintos.
  • Empresas con negocios más allá del ciclo político: firmas con participación privada y listing internacional (como YPF en Wall Street) ofrecen marcos legales que reducen la posibilidad de maniobras discrecionales extremas.

La recomendación fue añadir un bono soberano (AL30) como apuesta de mayor riesgo: si el Estado puede honrar el vencimiento, la renta en dólares puede superar el 20% anual, pero existe el riesgo de default o reestructuración. Por ello, el equipo aconsejó una asignación pequeńa al AL30 para inversores que toleren riesgo elevado.

Asignación sugerida para la cartera argentina

El esquema propuesto por el equipo sugiere un portafolio con predominio energético. Andrés Repetto recomendó, de manera orientativa, asignar un 70% a empresas del sector energético (entre YPF, Pampa, Vista y transportadoras), un peso relevante a Cresud por su soporte técnico y perfil defensivo, y alrededor de un 10% al bono AL30 para quienes asumen riesgo de crédito.

Es importante notar que la propuesta responde a una visión a cinco años: la intención es capitalizar la revalorización de empresas que se beneficien del incremento de producción y exportación de hidrocarburos, y no tanto aprovechar movimientos especulativos de corto plazo.

CEDEARs: la ventana para dolarizarse y exponerse a inteligencia artificial

Dentro de la estrategia para protegerse del riesgo local y combinar diversificación y cobertura cambiaria, el equipo propuso amplificar la exposición mediante CEDEARs. Estos instrumentos permiten a inversores locales acceder a acciones listadas en mercados internacionales con la ventaja adicional de quedar "dolarizados" en su cotización local y, por tanto, protegerse ante movimientos del tipo de cambio.

El foco: inteligencia artificial como eje estructural

La inteligencia artificial fue destacada como la industria de mayor crecimiento estructural en la próxima década. No se trata solo de empresas "superficiales" como proveedores de modelos (por ejemplo, ChatGPT o Gemini), sino de todo el ecosistema: fabricantes de chips (NVIDIA, AMD, Intel, Taiwan Semiconductor), fabricantes de maquinaria clave (ASML), desarrolladores de software (Google, Microsoft, IBM, Meta) y proveedores de infraestructura y seguridad digital. La recomendación es diversificar dentro del universo de la inteligencia artificial, comprando tanto productores de hardware como proveedores de software y servicios, además de ETFs que engloban sectores como ciberseguridad.

Este enfoque busca exponer al inversor a la cadena de valor completa de la inteligencia artificial: desde los insumos físicos (semiconductores, máquinas de litografía) hasta las plataformas que monetizan la IA mediante servicios en la nube, software empresarial y soluciones específicas para sectores como salud, defensa y finanzas.

Por qué la inteligencia artificial es relevante para la protección y crecimiento del capital

  • Demanda secular: la adopción de soluciones basadas en inteligencia artificial se incrementará en múltiples industrias.
  • Efecto palanca tecnológica: avances en chips y capacidad de cómputo potencian la despliegue de modelos cada vez más complejos.
  • Oportunidad de diversificación global: CEDEARs permiten participar en gigantes tecnológicos que no cotizan en la bolsa local.
  • Cobertura contra riesgos locales: al estar dolarizados, estos instrumentos amortiguan la pérdida de poder adquisitivo ocasionada por devaluaciones.

Repetto resaltó también la ventaja de considerar empresas menos evidentes pero estratégicas: ASML (máquinas de litografía), empresas proveedoras de semiconductores, y actores de ciberseguridad que se benefician del crecimiento del volumen y sofisticación de ataques digitales.

Propuesta de cartera en CEDEARs vinculada a inteligencia artificial

El equipo presentó una cartera modelo en CEDEARs con enfoque en inteligencia artificial y tecnologías asociadas. A continuación se detalla la lógica de selección y la propuesta de ponderación orientativa, diseñada para un inversor con apetito por crecimiento pero con atención a la diversificación.

Empresas y productos incluidos

  • NVIDIA: el "motor" del entrenamiento de modelos por su liderazgo en GPUs especializadas para IA. Recomendado como pilar del portafolio.
  • Palantir: empresa de software y análisis de datos con soluciones de IA para defensa, salud y empresas. Se destacó por su crecimiento y demanda.
  • Microsoft, Google (Alphabet), Meta, IBM: plataformas que integran IA en servicios cloud, productividad y redes sociales.
  • AMD, Intel, Taiwan Semiconductor: fabricantes de chips que se beneficiarán del incremento de demanda por capacidad de cómputo.
  • ASML: fabricante de herramientas cruciales para la producción de semiconductores avanzados.
  • Broadcom: proveedor de hardware y chips para infraestructura de datos y comunicaciones.
  • ETF de ciberseguridad: vehículo para diversificar entre múltiples empresas de seguridad y reducir riesgo idiosincrático.
  • MicroStrategy: posicionamiento alternativo ligado a Bitcoin; propuesto para inversores con tolerancia elevada a volatilidad.
  • Uranio (ETF URA): mención adicional como exposición a energía y demanda creciente de energía nuclear asociada a los centros de datos y al debate energético global.

Ponderaciones orientativas

La propuesta de asignación, sujeta a la tolerancia al riesgo del inversor, fue la siguiente:

  • NVIDIA: 20% del portafolio en CEDEARs (pilar de largo plazo por su liderazgo en chips).
  • Palantir: hasta 30% para quienes buscan exposición a soluciones IA empresariales con potencial de crecimiento.
  • ETF de ciberseguridad: 10% para dar estabilidad sectorial y cubrir riesgos operativos y de seguridad.
  • MicroStrategy o exposiciones cripto apalancadas: 10-15% máximo, por su elevada volatilidad.
  • Resto (Broadcom, AMD, Intel, ASML, Microsoft, Alphabet): el porcentaje restante distribuido para diversificar riesgos y capturar distintas aristas del ecosistema IA.

La idea es mantener a NVIDIA como una inversión de largo plazo por su posición casi hegemónica en GPUs para IA; Palantir como apuesta a escalamiento de software de datos; y ETFs para estabilizar. Se enfatizó que la porción más riesgosa (MicroStrategy, cripto) no debe exceder el 10-15% del total para evitar sobresensibilidad del portafolio a caídas extremas.

Ciberseguridad: ETF como cortafuego

El equipo defendió el uso de ETFs de ciberseguridad por dos razones: primera, la diversificación inmediata entre decenas o cientos de empresas reduce riesgo de fallas puntuales; segunda, la ciberseguridad es una necesidad creciente a medida que aumenta el uso de soluciones basadas en inteligencia artificial y la superficie de ataque digital se expande. Hablaron de empresas como BlackBerry, que se reconvirtió hacia ciberseguridad; sin embargo, en lugar de tomar posiciones concentrationarias en jugadores individuales, se recomendó optar por ETFs para un balance entre riesgo y exposición al sector.

Criptoactivos y MicroStrategy: una opción apalancada

En el informe también se discutió la relación entre criptoactivos y carteras dolarizadas. MicroStrategy fue presentada como una forma indirecta de exponerse a Bitcoin a través de acciones, ya que la compañía acumuló cantidades importantes de Bitcoin y, en determinadas jurisdicciones, resultó un vehículo para demandantes que no podían acceder directamente a ETFs o mercados cripto. No obstante, se advirtió sobre la naturaleza apalancada de MicroStrategy: si Bitcoin sube, la acción puede multiplicar ganancias; pero si Bitcoin sufre caídas profundas, la acción puede registrar pérdidas mucho mayores que el activo subyacente.

Por ello, la recomendación fue clara: asignar entre 10% y 15% a esta exposición para inversores que acepten alta volatilidad, y considerar otros vehículos (ETFs de Bitcoin cuando sean accesibles) para perfiles menos agresivos.

Uranio y energía nuclear: una perlita para complementar

Además de energía fósil y tecnología, Repetto señaló al uranio como una "perlita" interesante. El aumento en la demanda de energía, junto con debates geopolíticos y el interés por fuentes de generación con menor huella de carbono (y mayor densidad energética), empuja el precio del uranio y abre oportunidades en ETFs como URA. Se mencionó que Argentina está por iniciar proyectos de extracción de uranio con potenciales compradores europeos (por ejemplo Francia), lo que podría implicar oportunidades locales y globales.

Timing, análisis técnico y control del riesgo: el rol del trading

Un punto central del reporte fue la distinción entre análisis fundamental y técnico: los fundamentales dicen si una empresa merece ser parte del portafolio; el timing (análisis técnico) dice cuándo entrar. El equipo promovió la enseñanza de herramientas de timing para evitar comprar en pisos no confirmados y sufrir caídas adicionales. Entre las recomendaciones prácticas se incluyeron:

  1. Definir claramente el plan de inversión: objetivo, horizonte temporal y tolerancia al riesgo.
  2. Utilizar órdenes stop loss para cortar pérdidas y proteger el capital; la regla sugerida fue cerrar posiciones con pérdidas limitadas (por ejemplo -3% a -5% en entradas tácticas), evitando soportar caídas profundas que erosionan el capital de manera irreversible.
  3. Evitar comprar basándose únicamente en que un activo "está barato"; chequear señales técnicas de soporte y confirmaciones de reversión.
  4. Entender la psicología del mercado: la ansiedad y el miedo llevan a decisiones apresuradas y pérdidas. La disciplina y la adherencia al plan fueron enfatizadas como rasgos cruciales.

Un ejemplo práctico

Se ejemplificó con Pampa Energía y YPF: sus fundamentales no cambiaron radicalmente en pocos meses, pero los precios sí. Por eso es fundamental distinguir "dónde" entrar (fundamentales) de "cuándo" entrar (técnico). Un inversor que respetó esa regla pudo evitar comprar en una fase bajista extendida, o establecer entradas escalonadas con stop loss adecuados para proteger el capital.

Riesgos principales y cómo mitigarlos

El informe detalló múltiples riesgos que los inversores deben considerar:

  • Riesgo político y de default: impacto en bonos y en empresas con elevada exposición al Estado. Mitigación: limitar exposición en bonos locales y seleccionar empresas con listing internacional y garantías legales.
  • Riesgo cambiario: movimientos bruscos del tipo de cambio. Mitigación: CEDEARs e inversiones dolarizadas.
  • Riesgo de liquidez en CEDEARs locales: algunas "perlitas" tienen bajo volumen; entrar y salir puede ser complejo. Mitigación: preferir activos con liquidez adecuada o usar tamaños de posición pequeños.
  • Riesgo tecnológico y de concentración: exceso de exposición a una sola compañía líder (por ejemplo, NVIDIA). Mitigación: diversificar entre hardware, software y ETFs sectoriales.
  • Volatilidad extrema en cripto: MicroStrategy y activos cripto pueden experimentar oscilaciones gigantescas. Mitigación: limitar la ponderación y utilizar stop loss o cobertura.

Impacto de una baja de tasas de la FED para inversores argentinos

El análisis incluyó un apartado sobre la potencial reducción de tasas por parte de la Reserva Federal y su efecto sobre distintos activos. Una baja de tasas en Estados Unidos típicamente impulsa la liquidez global, beneficia a mercados emergentes y a commodities en el corto plazo; sin embargo, el informe advirtió sobre señales subyacentes: Powell mencionó preocupación por la creación de empleo y la posibilidad de estanflación.

Para inversores argentinos con exposición en ARS, las conclusiones fueron:

  • Los ETFs de países emergentes podrían beneficiarse en el corto plazo.
  • Una reducción de tasas no garantiza un ciclo alcista prolongado si existen problemas reales en la creación de empleo o crecimiento económico en Estados Unidos.
  • Si la baja de tasas fuese interpretada como respuesta a un deterioro económico, podría aumentar la volatilidad global y requerir precaución adicional.