Es que los «clásicos» del disfrute argentino se encarecieron algunos incluso por encima del 40%, que es la inflación anual estimada por los economistas y las consultoras privadas, debido a que la caída del consumo minorista (de hasta casi el 10% en algunos meses) generó mayor cautela de los comerciantes a la hora de subir los precios.
Héctor Polino, presidente de Consumidores Libres, señaló a ámbito.com que «las familias redujeron un 70% sus salidas de esparcimiento» en medio de la recesión y señaló que «esta baja fue la que contuvo el incremento de precios en esta categoría«.
Por su parte, Miguel Calvete, titular del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom), consideró a este medio que «en un panorama recesivo siempre el hilo se corta por lo más delgado, en este caso se resignaron salidas y demás servicios y productos asociados al entretenimiento».
A modo de referencia, el especialista indicó que el nivel de reservas para las Fiestas cayó un 32 % porque las familias optan por quinchos, zoom o casas particulares«. Ese mismo porcentaje de baja se observó todo el año con respecto a la frecuencia de las salidas a comer afuera en restaurantes.
En este contexto, el precio de las entradas de fútbol para la tribuna popular trepó más de un 65% hasta los $ 200 durante el último año. Mientras que, los preservativos -también asociado al placer- subieron hasta un 55% y el turno en un hotel alojamiento promedia los $ 330 el turno, un 32% que a fines del año pasado.
Los «puchos» se prendieron fuego con alzas que llegaron hasta el 55% durante este año.
Mientras que las entradas al cine treparon un 35% a $ 165 en algunas cadenas y para una obra de teatro, un 25% hasta un precio promedio de $ 250.
La inflación también fue un golpe certero al estómago de los consumidores argentinos. El café con leche y dos medialunas, una costumbre bien argentina, trepó casi un 30%, al igual que el kilo de asado.
La pizza grande de muzzarella y la docena de empanadas, dos de los platos más preferidos de los argentinos, se encarecieron hasta un 25%. El precio de una milanesa con papas fritas, por su parte, creció un 50%.
Fuente | Ambito