Política monetaria bajo presión: qué pasa con el dólar en Argentina
En un contexto económico marcado por la volatilidad y la incertidumbre, el mercado argentino vivió una semana frenética que dejó a inversores, analistas y ciudadanos con muchas dudas sobre el futuro del dólar y la política monetaria del gobierno. La tasa de caución alcanzó niveles históricos del 150%, mientras que el Banco Central implementó cambios abruptos en la política monetaria que generaron un fuerte impacto en las tasas de interés y el mercado financiero. Este artículo ofrece un análisis profundo y claro sobre lo ocurrido, las razones detrás de estas decisiones, y las perspectivas para los inversores y la economía nacional de la mano de expertos reconocidos como el economista Orlando Ferreres, Soledad López, Gerente de Desarrollo en Rava Bursátil, el periodista económico Mariano Gorodisch y Arturo Piano, director ejecutivo de Banco Piano.
Un contexto de cambios y alarmas en el mercado
La semana comenzó con un dato alentador: una inflación mensual del 1,6%, cifra que, aunque sigue siendo alta, fue recibida con optimismo por mostrar una desaceleración. Sin embargo, esta buena noticia se vio opacada por un fenómeno inesperado en el mercado de tasas de interés en pesos. El viernes, la tasa de caución —que puede entenderse como un tipo de plazo fijo en la bolsa— se disparó hasta un 150%, un nivel que no se veía desde hace mucho tiempo y que generó preocupación y confusión entre los participantes del mercado.
Mariano Otálora analizó junto con Soledad López de Rava Bursátil que este aumento abrupto fue consecuencia directa del cambio en la política monetaria implementado el 10 de julio, con la eliminación de las LEFI instrumentos que hasta ese momento absorbían gran parte de la liquidez del mercado. Esta decisión inundó el sistema con pesos, provocando una caída brusca en las tasas de interés y un desequilibrio que obligó al Tesoro a salir a colocar deuda de emergencia, con tasas mucho más altas.
Antes de esta medida, se absorbían cerca de 16 billones de pesos a través de estos instrumentos. El objetivo del Gobierno era que esta liquidez se canalizara hacia las letras del Tesoro, pero esto no sucedió, y en cambio, se produjo una inundación de pesos en el sistema.
Esta sobreoferta de pesos causó una caída generalizada en las tasas de interés, especialmente en la tasa de caución, que bajó del 34% al 17-18% en cuestión de días. Esta caída tan pronunciada fue interpretada como una señal de desequilibrio, ya que la tasa de caución es uno de los indicadores más sensibles y utilizados en el mercado para medir la rentabilidad del dinero a corto plazo.
Este cambio en la política monetaria, además, coincidió con un contexto electoral complejo, donde el Gobierno busca mantener controlado el dólar y la inflación para llegar a octubre con una economía estable, pero sin perder el equilibrio entre la liquidez, las tasas y el tipo de cambio.
El impacto en la actividad económica
El aumento de las tasas de interés tiene un impacto directo en la actividad económica, ya que encarece el crédito y puede frenar la inversión y el consumo. En los últimos meses, se observó una desaceleración en el crecimiento económico, con sectores que muestran estabilidad o incluso una reducción en su actividad.
Un dato preocupante que destacó el periodista Mariano Gorodisch fue el incremento de la mora en el sistema financiero, especialmente en los hogares. Según el último informe del Banco Central, la mora aumentó del 2,8% en diciembre al 4,5% en mayo, un salto significativo que refleja la dificultad de muchas familias para cumplir con sus obligaciones crediticias debido al aumento de las tasas y la caída del poder adquisitivo.
Esta situación también afecta a las empresas, que enfrentan problemas de insolvencia y dificultades para financiar sus operaciones. Los cheques rechazados y la mora creciente son indicadores del estrés que atraviesa el sector productivo, el termómetro de la economía.
Además, la situación no es uniforme: mientras algunos sectores, como la compra de autos, mostraron dinamismo, otros sectores y segmentos de la población enfrentan dificultades para llegar a fin de mes. Esto refleja una economía fragmentada y con desigualdades que dificultan una recuperación sólida.
El dólar: control vs. realidad del mercado
El Gobierno mantiene una política de control del dólar para evitar devaluaciones bruscas que puedan trasladarse rápidamente a los precios y generar inflación. Sin embargo, el mercado ya no acepta el dólar a 1.000 pesos que se manejaba en años anteriores, y las cuentas externas demandan un tipo de cambio más cercano a 1.300 pesos.
Durante la semana, el dólar oficial mostró una tendencia al alza, llegando a valores cercanos a 1270-1295 pesos, con intervenciones del Banco Central para contener la volatilidad. El gobierno también empezó a comprar dólares en el mercado a precios más altos, acumulando reservas por un monto cercano a 1.000 millones de dólares en los últimos días, lo que es positivo para fortalecer la posición cambiaria.
Sin embargo, esta compra a un dólar más caro genera un efecto contraproducente, ya que alimenta la presión alcista sobre el tipo de cambio y puede trasladarse a la inflación si no se controla adecuadamente.
Un dato alentador es que, a pesar del aumento del dólar y las tasas, no se observó un traslado automático a los precios. La inflación semanal se mantuvo en un rango de 0,3% a 0,6%, lo que proyecta una inflación mensual menor al 2%, un dato positivo para la economía.
Para el año 2026, las proyecciones indican una inflación acumulada alrededor del 10,2%, un nivel bajo en comparación con los años anteriores, pero el crecimiento económico esperado es modesto, entre 3% y 5%, insuficiente para dinamizar la economía y reducir las desigualdades.
El crecimiento económico dependerá en gran medida del resultado electoral y la capacidad del gobierno para implementar reformas que mejoren el clima de negocios y la confianza de los inversores.
Inversiones y cartera recomendada en un contexto de incertidumbre
Ante un escenario tan volátil y complejo, la diversificación se vuelve fundamental para proteger el capital y aprovechar oportunidades. Los expertos recomendaron una mezcla de instrumentos que contemplen diferentes niveles de riesgo y exposición al mercado local e internacional.
En este sentido, Soledad López de Rava Bursátil señaló que los bonos ajustados por CER y buena rentabilidad como el TX26, son una opción para inversores con perfil de riesgo mediano a alto. Por otro lado, las acciones locales muestran un mercado alto y difícil de navegar, con sectores como el financiero que presentan riesgos elevados por la mora y la incertidumbre económica.
El sector energético fue señalado como una alternativa interesante para acumulación a largo plazo, dado su potencial de crecimiento y fundamentos sólidos. En cambio, sectores como el financiero requieren mayor cautela y análisis detallado antes de tomar posiciones.
Por otro lado, el oro ha experimentado un rally importante este año, alcanzando máximos históricos en pesos argentinos. Este metal precioso se presenta como un refugio seguro ante la volatilidad del mercado, la debilidad de las monedas y la inflación global, especialmente en Estados Unidos.
La demanda de oro ha crecido notablemente, reflejada en el aumento del volumen de ETFs de oro a nivel mundial, que subió un 38%. El oro no genera intereses, pero protege el capital frente a la inflación y la devaluación, haciendo que sea un activo ideal para mantener a mediano y largo plazo.
¿Cómo comprar oro en Argentina?
Arturo Piano, director ejecutivo de Banco Piano, detalló cómo es posible acceder a la compra de oro en el país, cuáles son sus presentaciones y la documentación necesaria:
- En bancos y entidades financieras autorizadas, sólo se pueden comprar barras de oro de máxima pureza (cuádruple 9) con certificado.
- El Banco Ciudad ofrece barras de menor pureza, pero con limitaciones.
- También existen monedas de oro coleccionables, como las históricas monedas argentinas de fines del siglo XIX, que tienen valor numismático además del valor del metal.
- Se puede comprar oro con pesos o dólares y sólo se requiere DNI para montos moderados; para cantidades grandes se exige origen de fondos.
- El oro físico se puede conservar como reserva de valor, evitando riesgos asociados a activos digitales o ETFs.
El mercado internacional y el impacto de Brasil
Brasil también fue protagonista de la semana, con movimientos políticos y económicos que afectan la región. A pesar de la volatilidad y las tensiones políticas entre Jair Bolsonaro y Lula da Silva, sigue siendo una oportunidad atractiva para acumulación de activos a largo plazo.
El mercado brasileño mostró caídas moderadas, pero los expertos recomendaron mantener posiciones pensando en una recuperación futura ligada a cambios políticos y económicos.
Por otra parte, en Estados Unidos, los índices bursátiles están en máximos históricos, lo que genera cautela entre los inversores. El sector salud, considerado defensivo, ha sido uno de los más castigados y presenta precios atractivos para quienes buscan oportunidades de compra a largo plazo.
Empresas como Vista, que han mostrado un crecimiento sólido en producción y perforaciones, a pesar de algunas dificultades en flujo de caja, son vistas con buenos ojos para incrementar posiciones.