El tamaño
Desde que se compraron, los Embraer tuvieron varias contraindicaciones. La primera es el tamaño. En la empresa sacan cuentas y calculan que un avión con más capacidad (incluso los más grandes de la familia, que tienen cerca de 140 asientos) representa un gasto de operación sólo un 15% mayor, aproximadamente. Sin embargo, la cantidad de butacas extras que se ofrecen recomienda un avión más grande. «Estaban bien para un mercado distinto, para un mercado adormecido en el que la demanda no respondía. Pero ahora quedan chicos para la mayoría de las rutas», dice una fuente de la línea aérea.
La resistencia de los pilotos
Pero además del tamaño, hay algunas razones más. Desde el inicio de la operación hubo mucha resistencia de los pilotos. Sucede que quienes inician la carrera de comandante, obviamente, pretenden tener un recorrido de carrera a largo plazo. De ahí que quienes entraban a pilotar los Embraer sentían que su techo estaba más bajo, ya que no hay aviones de mayor porte de la marca, al menos en la Argentina.
Costos
Finalmente hay otras explicaciones para la decisión. Una es el alto costo del financiamiento que se acordó con Brasil para la compra de estos aviones. También, Aerolíneas Argentinas y Austral vuelan, además de con los Embraer, con Boeing y con Airbus.
Eso implica que haya que tener tres líneas de repuestos, tres tipos de capacitación y certificación del personal técnico. También significa que los pilotos tienen que hacer cursos y simulador para tres familias de aviones.
Fuente | La Nacion