A diferencia de la estadounidense Nike, marcas como Louis Vuitton, Chanel y Apple continúan sin ofertar sus productos a través de la plataforma Amazon e incluso han ido a juicio contra usuarios del sitio por vendedores no autorizados e imitaciones.
Los directivos de Louis Vuitton fueron tajantes: Amazon no da con su target. «Creemos que el negocio de Amazon no encaja con LVMH ni con nuestras marcas. No hay manera de que podamos hacer negocios con ellos por el momento», afirmó en octubre pasado Jean-Jacques Guiony, director financiero del grupo de moda LVMH.
Sin embargo, más allá de que el negocio de Amazon no encaje con la marca, Louis Vuitton tiene el antecedente de la demanda de eBay por la cual el sitio de comercio electrónico fue condenado a pagar 1,7 millones de euros por vender sus productos de lujo sin permiso.
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En el caso de Apple, los cuestionamientos fueron para la compañía Mobile Star LLC que ofertaba por Amazon cargadores falsos que hacían pasar por originales.
Para soportar su demanda, Apple compró el año pasado más de 100 productos como accesorios para iPhone, cargadores y cables. Después de revisarlos, la compañía encontró que un 90% de los productos que afirmaban ser oficiales eran en realidad falsificaciones.
Chanel también fue recientemente contra vendedores del sitio que ofrecían productos truchos e indirectamente contra Amazon. La marca de lujo francesa buscó inicialmente 2 millones de dólares (1,76 millones de euros) en compensación por cada vendedor de Amazon que vendía artículos falsificados. Sin embargo, según el fallo judicial conocido el pasado 3 de julio, recibirá apenas 100.000 dólares (88.140 euros) de cada demandado, alcanzando aproximadamente 3 millones de dólares (2,64 millones de euros).
Amazon asimismo tendrá que entregar cualquier dinero que quede en las cuentas de los vendedores a Chanel y quitar cualquier imagen de productos Chanel falsificados de su web.
Las marcas que tienen sus propias plataformas
Más allá de los que tienen pleitos abiertos, otros jugadores como Gap, H&M y Zara prefieren tener sus propios canales de distribución online para cumplir con las expectativas que tienen sus clientes cuando entran a sus tiendas.
Fuente | La Nacion
