viernes, abril 19, 2024

Ladrillos, renta fija o acciones: en qué invertir los fondos blanqueados

Qué hacer con los fondos exteriorizados por el blanqueo. Las opciones para no perder contra la inflación ni en materia impositiva. Diversificación del riesgo, la clave

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Quienes hayan exteriorizado capital durante el blanqueo deberían aprovechar el momento para ponerlo a trabajar. “El dinero blanqueado, si no es invertido, genera diversos costos”, plantea Nery Persichini, economista jefe de Inversor Global. “El primer costo –detalla– es impositivo. El efectivo está alcanzado por Bienes Personales. Si se habla de dólares o moneda extranjera, el saldo debe traducirse a pesos según la cotización del Banco Nación, tipo comprador, informada para el último día hábil de diciembre”.

La segunda clase de pérdida es de naturaleza económica y está asociada al costo de oportunidad. “Perderse de ganar un rendimiento de mercado por el mero hecho de tener una actitud pasiva”, plantea Persichini. Puesto en números: quienes invirtieron el año pasado a muy bajo riesgo en Letras del Banco Central (Lebac) a 35 días y renovaron los vencimientos, obtuvieron un resultado de 36,9% en pesos. Si se considera que el tipo de cambio se movió solamente un 21,9%, las ganancias en dólares por esa sencilla estrategia llegaron al 12,4%.

Marcelo Otermín, responsable de inversiones de ICBC, también prende una alarma en ese sentido: “Tener los ahorros bajo el colchón es una de las peores decisiones. En los últimos 30 años, la inflación al consumidor en los Estados Unidos fue de 2,6% anual. O sea que el poder de compra de esos dólares se redujo a la mitad. Si además consideramos que el tipo de cambio real de 1987 equivalía a unos $ 35 de hoy, el resultado es mucho peor”.

Christian Cavanagh, CEO de Delta Asset Management, plantea que hasta el año pasado el principal objetivo de tener el dinero en “el colchón” era preservar el capital en moneda dura alejado del fisco. “A partir del blanqueo el objetivo cambió y ahora es necesario que ese capital genere una renta neta por encima de la inflación”, destaca.

El primer consejo del ejecutivo de Delta es tomarse el tiempo para planificar su forma de ahorrar. “Es clave diversificar el riesgo de manera inteligente pero asumirlo. Tener en cuenta aspectos impositivos de cada inversión, vehículos legales adecuados y costos transaccionales”, advierte.

Con el panorama post blanqueo más claro, las opciones para salir del colchón son diversas. Desde osadas hasta hiperconservadoras. “Dentro de una estrategia de diversificación deberían incluirse inmuebles, bonos y acciones. Idealmente, la diversificación también debería ser global, sujeta a aspectos impositivos”, apunta Cavanagh.

Esteban Pereiro, gerente de Inversiones de HSBC, pone en blanco sobre negro la situación: “La persona que exteriorizó capital debe pensar que por ese dinero deberá ahora tributar lo que corresponde todos los años, por lo que el costo de mantenerlo sin invertir es ahora mayor (costo de oportunidades de inversión perdidas más costo impositivo)”. Como sus colegas, hace foco en prestarle mucha atención al impacto impositivo de las inversiones que realice.

A continuación, los expertos analizan las distintas alternativas de inversión:

Ladrillos, ¿sí o no?

“La inversión inmobiliaria es una de las favoritas de los argentinos. Sin embargo no es sencillo calcular el rendimiento. Los costos transaccionales son elevados (impuestos de transferencia, comisiones inmobiliarias, gastos de escrituración), con los años una propiedad puede perder valor y requerir refacciones para actualizarla, o bien un mal inquilino puede afectar por algún tiempo el flujo de ingresos”, dice Otermín.

Otra desventaja del ladrillo es su escasa liquidez: es decir, la posibilidad de vender y hacerse rápidamente del efectivo. Además, es una inversión alcanzada por Bienes Personales.

Una manera de mitigar riesgos con el real estate es diversificando. En ese caso, el capital a invertir es mucho más elevado que si se van a comprar bonos. Si el dinero alcanza para comprar un departamento de tres ambientes en Barrio Norte, por ejemplo, quizás se pueden comprar dos unidades de dos ambientes en otra zona de menor precio. La ecuación puede resultar más rendidora en Balvanera o Boedo que en Belgrano o Palermo. El precio por metro cuadrado que se paga a la hora de la compra no siempre se “visibiliza” en los números del alquiler.

La rentabilidad sobre el capital invertido que hoy arroja el real estate no es de los más tentadores –oscila en el 4,5% cuando se trata de unidades de vivienda para alquiler, de acuerdo con un relevamiento de ZonaProp– pero más allá de eso es un tipo de activo que aporta seguridad y una renta periódica producto del alquiler del inmueble. No es para poner todas las fichas pero sí para jugar algunas.

Renta fija

Los títulos públicos son un número fijo a esta altura en cualquier cartera de inversión. La primera ventaja es que están exentos del pago del Impuesto a los Bienes Personales. El dato no es menor porque el dinero que estaba bajo el colchón obviamente no pagaba impuestos hasta 2015, pero sí lo hará en la declaración jurada 2016 que se pagó este año (el vencimiento fue en junio). Y aunque el mínimo imponible subió, rápidamente se cruza la frontera de $ 800.000.

La inversión en bonos públicos soberanos y subsoberanos –los que emiten las provincias y los municipios– se declara pero no entra en el cálculo para el pago. Tampoco el dinero que está en caja de ahorro, ni lo plazos fijos, sean en pesos o en dólares. Sí tributan el efectivo, los depósitos en cuenta corriente y los saldos invertidos en Fondos Comunes de Inversión al 31 de diciembre.

“Los títulos en pesos deberían tener mayor importancia en el corto plazo ya que consideramos que la política antiinflacionaria del Banco Central seguirá contribuyendo a mantener las tasas reales en términos positivos. En este marco, la curva invertida de tasas continúa favoreciendo las posiciones más cortas en Lebac”, puntualiza Persichini, de IG.

“Un buen complemento son los bonos que ajustan por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) ya que, además de pagar la inflación, ofrecen una tasa real cercana al 4%. Los bonos CER más largos pueden entregar ganancias de capital ante una compresión de la tasa real a medida que el BCRA sea exitoso bajando la inflación. En este caso, se destaca el Discount en pesos (DICP)”, recomienda el economista.

Pereiro, de HSBC, resalta que “si la idea es invertir en activos de muy baja volatilidad y alta liquidez, hay todo un abanico de opciones, como los bonos denominados en dólares con vencimientos en 2018, 2019 y 2020, por ejemplo. En este sentido, una opción todavía mejor son los fondos comunes de inversión también en dólares que invierten en este tipo de instrumentos, dado que brindan liquidez y diversificación”.

 

Acciones

En lo que respecta a acciones, según la visión de Persichini, “tienen recorrido de mediano plazo porque el mercado sigue comprando la ‘historia’ de la Argentina que, desde la frontera, empezó a hacer los deberes en materia económica e institucional para ingresar al grupo de emergentes”. “Pero más allá de esto –advierte– no hay que confiarse. La diversificación y la selectividad siguen siendo vitales. Para elegir activos, una clave es mirar empresas de rubros que están repuntando en una economía de distintas velocidades. Energéticas, bancos, real estate y telecomunicaciones son buenos sectores para invertir. Otro consejo es analizar compañías con buena generación de caja o que estén en franca recuperación desde lo operativo”.

Recomienda Autopistas del Sol (AUSO), Boldt (BOLT) y Transportadora de Gas del Sur (TGSU2), “muy beneficiada por la revisión tarifaria de gas”. “No puede faltar un banco”, dice y apunta al Macro: “Es la entidad con mayor presencia federal del país, con un balance sólido y rentabilidad para destacar, acaba de ampliar su capital para obtener financiamiento que le permitirá expandir el crédito y, además, aprovechar oportunidades de compra en el sector bancario”.

Para posicionarse en el sector real, a través de la Bolsa, la elegida es Consultatio. “Es una apuesta seria al real estate. Además de buena rentabilidad y valuación atractiva, la empresa cuenta con una robusta posición de caja, bajísimo endeudamiento y trayectoria y management reconocidos”, analiza.

Desde el punto de vista tributario, las acciones suman en el cálculo del Impuesto sobre los Bienes Personales y los dividendos están alcanzados por Ganancias (10%, retenido por la misma sociedad). En cambio, la utilidad producto de la compraventa de papeles está exenta del impuesto.

Fuente | Apertura

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