El Gobierno enviará al Congreso los primeros días de mayo una iniciativa para promover el blanqueo laboral, una propuesta que formaba parte de la reforma laboral cuyo debate quedó trunco en diciembre. Los puntos más importantes de esta norma fueron analizados por Mariano Otálora y el economista Miguel Kiguel en el programa Qué Hacemos con los Pesos (Canal 26).
La iniciativa contempla una amnistía para el empleador en los impuestos previsionales impagos, con la condición de que declare el vínculo laboral. Respecto a los años previos trabajados en negro, el proyecto propondrá que el Estado le reconozca al trabajador cinco años de aportes hacia atrás, a los efectos jubilatorios. Como base tomará el salario mínimo vital y móvil. Pero los años no declarados, no computarán para la indemnización en caso de despido.
Un aspecto importante es la renuncia del empleado a futuros reclamos en la Justicia. El trabajador puede negarse a entrar al blanqueo y si quiere, puede hacer juicio por los aportes no realizados. Pero si acepta ser formalizado, renuncia al derecho a reclamar judicialmente por los años sin aportes.
“En principio todo esto parece ser mucho más favorable para el empleador que para el empleado”, advirtió Miguel Kiguel. “En el mercado laboral hay un problema de fondo que son los altos impuestos. Entonces la pregunta es, ¿los paga el empleador o el empleado? Cuando un empleado está en blanco, se va a dar cuenta que se reduce su sueldo de bolsillo. Esta norma cubre al empleador de problemas con la AFIP pero el incentivo de blanquear no creo que sea tan grande. Creo que es más importante avanzar en una reforma laboral integral”, recalcó.
Como beneficio para el trabajador, desde el Ministerio de Trabajo destacan que desde el momento en que es regularizado, pasará a cobrar el salario de convenio, tendrá obra social, aportes jubilatorios que le garantizarán la cobertura del PAMI cuando se jubile, y ART.
Según las cifras que manejan en la cartera laboral, el promedio de la actividad informal es de 36 meses. Los sectores donde se da con mayor frecuencia son la construcción, el servicio doméstico, la agroindustria, y los pequeños talleres y Pymes.
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