Guillermo y Carla viajaron a Mendoza para una fiesta de casamiento y tuvieron una gran idea. En una degustación de vinos pensaron: “¿por qué no puedo hacer un chocolate que tenga vino adentro?”.
Sin experiencia en el rubro de la gastronomía, se pusieron a elaborar un plan de negocios y descubrieron que no había antecedentes ni en Argentina, ni en el mundo, de alguien que hiciera el mismo producto. Ellos no lo sabían, pero estaban por convertirse en pioneros mundiales.
Carla empezó un curso de elaboración de chocolates. Pero los maestros chocolateros le decían que el resultado de la mezcla iba a ser desastrosa.
Estaban desalentados, pero igual lo intentaron. Durante dos años probaron fabricar el chocolate en su casa, arruinando cacerolas y quemando chocolates caros hasta que lo lograron.
Finalmente, lograron el producto que soñaba. Ahora tenían otra gran desafío para vencer: la aceptación o no del público.
Al principio, todos le decían que el chocolate y el vino iban separados, que el producto no podía ser bueno. Pero cuando lo probaban, de la crítica pasaban al entusiasmo y lo compraban.
El emprendimiento fue creciendo y para consolidarse, lanzaron un alfajor relleno de vino. El alfajor es la golosina estrella de los argentinos. Se consumen, 6 millones de alfajores por día. Lo lanzaron al mercado en Diciembre y es todo un éxito.
Historias que inspiran, donde los empresarios pymes y emprendedores cuentan cómo lo lograron. Mirá los programas estreno, los Domingos 19.30 por Canal 26